«Las personas que tienen más éxito y satisfacción profesional no son las más
inteligentes, son las que definen objetivos y perseveran.»
1. Piensa menos y actúa más: la mejor “haztitud” es hacer.
La clave está en el esfuerzo: comprométete con tus objetivos y con tu plan. Las personas que tienen más éxito y satisfacción profesionales son las que definen objetivos y perseveran, no son las más inteligentes. No son aquéllas que no se desaniman sino las que continúan a pesar del desánimo.
El mejor consejo para luchar contras las malas emociones se basa simplemente en continuar: te sientas como te sientas y pienses lo que pienses, haz lo que debes, lo que tienes previsto hacer.
Parafraseando unas declaraciones del tenista Rafael Nadal, lo que te hace ganar es esforzarte también cuando no te apetece. El mejor momento para seguir buscando empleo o para seguir desarrollando competencias, por ejemplo, haciendo cursos online es cuando no te apetece, porque es una forma de mostrarle a tu voluntad quién manda
2. No esperes la vocación, constrúyela
¿Esperas que la vida mejore o persigues metas concretas? ¿Por qué nos cuesta tanto plantearnos objetivos? La vocación no se espera, la vocación se construye porque en la vida nos puede interesar casi todo si le damos una oportunidad
Empieza ahora. Emprende la acción de inmediato para evitar la ley del esfuerzo decreciente: cuanto más tiempo transcurra antes de que actúes menores son las probabilidades de que des el paso. Haz algo para que la bola siga rodando.
Cuando tengas dudas, simplemente da el siguiente paso pequeño, ponte a caminar: elige una tarea o un objetivo tan pequeño que no puedas no intentarlo. No hagas de la búsqueda de la perfección una excusa perfecta para no empezar.
3. No busques solo obtener títulos, piensa más en desarrollar competencias
Especialízate y sé difícil de reemplazar. Hazte fuerte en una competencia, en un tema, en un sector, en una aplicación o herramienta, en un perfil determinado de cliente. Muchas vocaciones ‘surgen’ con la especialización: cuanto más sabes de algo más te gusta.
Polivalencia es la capacidad para especializarse pronto. Ser polivalente no es lo contrario de estar especializado, la polivalencia es un facilitador de la adaptación y la especialización profesionales.
Las competencias específicas valen para profesiones específicas, pero las competencias básicas o transversales son útiles para la mayor parte de las ocupaciones.
Las competencias transversales nos hacen polivalentes, como el manejo de idiomas, las matemáticas y la estadística, la ofimática avanzada (también en la nube), la productividad personal, la colaboración 2.0 y el trabajo en equipo, el networking, la mecanografía (sí, ¡la mecanografía!) o incluso la programación informática.
4. La mejor técnica de búsqueda de empleo es… la que funcione
Esforzarse mucho y mal, no sirve de mucho: no repitas lo que no funciona. Hazte esta pregunta: ¿aplicas los métodos de búsqueda de empleo que funcionan o aplicas los fáciles? Conseguir cualquier meta requiere una evaluación continua y honesta de tu progreso, o te evalúan desde fuera o te evalúas tu. Si no sabes cómo lo estás haciendo, no puedes ajustar tu comportamiento o tus estrategias. Evalúa tus avances con frecuencia semanal, o incluso a diario, dependiendo de tu meta.